La vía recorre la placa de la Miranda de Can Jorba, por donde también van la Sol solet y la Escabroni Escapulini, que en mi primera juventud yo ya había hecho. A diferencia de estas dos, la Bego-Miguel-Kush tiene una segunda parte que la lleva hasta la cima de la Agulla de Can Jorba.
La vía es bonita y disfrutona, y además en el descenso por el Joc de la Oca, que puede hacerse bastante largo por la cantidad de ràpeles, fuimos bastante rápidos porque no encontramos a nadie.
Hasta la próxima, Montse!