11 sept 2011

Punsola-Reniu al Cavall Bernat


Ramón y yo hace varios años que salimos a hacer deportiva, y de vez en cuando hemos ido a hacer via larga o crestas, pero sorprendentemente nunca habíamos hecho cordada juntos. Y mira que en la Uni nos pasábamos los apuntes y hasta habíamos compartido el bocata!

Era el 11 de Septiembre y nos bautizábamos como cordada, así que decidimos ir a pasar la Diada a la cima del Cavall Bernat subiendo ni más ni menos que por la mítica Punsola-Reniu, que Ramón tenia ganas de hacer y yo de repetir.

En un día como este, y haciendo honor a las sabias palabras de Guardiola, si ens aixequem ben d'hora, i sense retrets, som un país imparable, llegamos a pie de vía los primeros.

De la vía hay infinidad de piadas, así que no creo que explique nada nuevo. Ramón y yo habíamos calculado quien tenía que hacer el primer largo para que a mí me tocara el primero de artificial, que aunque se puede hacer en A0 yo prefiero ir con mis estribos y fifi a la vieja usanza y él iba este día a perder la virginidad con los estribos. Sin embargo nuestro reparto de largos no funcionó y en algún momento tuvimos que reajustar los turnos.

El primer largo marca 50 metros, íbamos con cuerdas de 50 y como con los nudos de encordamiento se pierde algo yo dudaba si llegaríamos. Pensaba que la reunión antigua la habrían mantenido durante el re-equipamiento, y así lo habíamos contemplado en el reparto, pero no es así. Ramón salió, y justito, justito, llegaron las cuerdas. Curiosamente, mientras abríamos el segundo largo llegaron dos chicos. No recuerdo que fue lo que preguntaron pero acabaron mencionando que llevaban cuerdas de 40 y les comentamos que fueran controlando porque tendrían que hacer reunión de algún parabolt.

Hacía tiempo que no me pasaba, pero ese día no iba totalmente concentrado, y es que entre una cosa y otra este verano ha sido mentalmente muy duro. Y para colmo, cuando estoy llegando, creo, a la segunda reunión, chapo con solo una cuerda un parabolt que estoy a punto de saltarme porque veo la instalación sólo a un par de metros. Hago el gesto de tirar para arriba pero se me rompe la presa donde tenía la mano izquierda. Por suerte logro absorber el efecto bisagra que esto provoca. Pienso en el ostión que me hubiera dado si me voy y además no hubiera chapado ese parabolt que durante un segundo dude en chapar. Si no iba totalmente concentrado, este susto no me iba a ayudar. Phew!

Ramón iba pletórico. Se curró el largo del techito fantásticamente. El siguiente me tocó a mi, y salió bien. Y así sucesivamente hasta que llegamos al primero de los dos largos donde los super-lolos pasan en libre, los lolos haciendo A0, y el resto de los mortales desenfundan sus estribos y se cuelgan de la fifi.

En algún sitio he leido que los puntos de seguro alejan e incluso mencionan la antena, pero yo con mi metro69 no tuve problema en cazarlos todos, la mayoría desde el segundo peldaño.

A Ramón le costó unos metros ir automatizando los movimientos, y creo que la fifi no regulable que llevaba no le ayudó demasiado, ya que al llegar a la reunión decidimos que yo abriría tambien el segundo largo de artifo.

Este largo, sabiendo que era el último de artificial, y que Ramón muy probablemente querría abrir el que nos llevaría a la cumbre, lo hice tan rápido como pude. Poquito a poco, nos habíamos plantado a solo un largo de la Moreneta que hay en la cima, y ese largo dicen que es el mas bonito de Montserrat, supongo que debido al patiazo que se coge al salir en travesía hacia la derecha, y por el ambiente con la paret de Diables detrás. Yo ya lo había hecho en mi primera juventud, y aunque no recordaba gran cosa, me hacia ilu que Ramón lo hiciera. A él le hacía incluso mas, así que sin mucha premeditación, se lanzó hacia la primera chapa.

Creo que todo segundo de cuerda le debe hacer una foto al primero reposando en la segunda chapa de esta tirada. La composición de lo que ven tus ojos es sencillamente espectacular.

En poco rato noto que Ramón va avanzando bastante rápido, lo que indica que ya ha salido en libre y aunque casi no nos podemos oir porque se ha levantado algo de aire, no tarda mucho en indicarme que le suelte. Cuando llego yo arriba lo primero que hago es fecilitarle ya que el primer tramo de ese último largo no lo regalan. Estamos solos en la cumbre. Normal, hemos tardado la ostia en hacer la via, pero aún así no somos los últimos!

Aunque es tarde, la satisfaccíón es tal que nos tiramos mas de media hora haciendole compañía a la Verge de Montserrat. Nos comemos el bocata, barrita, fotos varias, yo hasta me lio un pito. Me hubiera quedado tres horas.

Al bajar al collado tras los dos rápeles de rigor, nos encontramos con los padres de uno de los chicos que subian por detras. Nos dicen que su hijo hace un par de meses que escala. Como nosotros nos vamos para abajo, les cogemos el número de móvil para decirles, si los vemos, como lo llevan.

La canal del Cavall es el último ejercicio gimnástico del día, sin contar el levantamiento de jarra en el bareto mas tarde, y es que es una canal llena de cuerdas que hay que usar para ir destrepando. Un currete después del tute que nos hemos dado.

Vemos a los chavales, están izando la mochila desde la penúltima reunión hasta la última, y aún les quedará el último largo. Les damos unas voces y nos dicen que están bien. Llamamos a los padres y les explicamos en el punto donde están y que todavía tardarán. Menos mal que la vía esta preparada para ser rapelada en su totalidad, de lo contrario hasta yo me hubiera quedado preocupado.

Con esto creo que la cordada queda oficialmente bautizada, y espero que podamos hacer muchas piadas más.

Catalans... catalanes... Visca la Moreneta!