

Gran parte del recorrido ya lo conocíamos, por ser Montserrat un macizo donde toda la vida hemos estado haciendo excursiones y alguna escalada, pero aún así, la sensación de rodearlo completamente y en el día, es especial. Las vistas, simplemente alucinantes. No me canso de contemplar las formas tan caprichosas que nos ofrece esta montaña mágica.