27 nov 2016

Puigmal d'Err

Este año hemos inaugurado la temporada de invierno en otoño, con un intento al Puigmal d'Err (2913m) que casi hasta el último suspiro parecía que se iba a quedar en eso, un intento.

El plan era subir a dormir hasta Fontalba (2070m), a dónde se llega por una amplia pista desde el pueblo de Queralbs, y al día siguiente intentar el Puigmal.

Cogimos todos los trastos (piolet, crampones, raquetas y bastones) porque aunque el domingo daban bueno, el sábado daban tiempo variable y algo de nieve. Sin embargo, a eso de las 7 de la tarde íbamos subiendo por la pista y tuvimos que parar a unos 1700m porque nevaba bastante, y cada vez estaba cuajando más abajo.

Podríamos haber puesto cadenas y seguir, pero aunque faltaban cinco kilómetros de pista y 300 metros de desnivel, pensamos que tampoco ganaríamos mucho. Dimos la vuelta para encararnos hacía abajo y nos apalancamos bien arrimaditos a un lado de la pista.

Después de pasar la noche durmiendo como lirones, el día amaneció bastante despejado. Mientras nos preparábamos pasaron un par de chicos, que tomaron un atajo para acortar una de las curvas de la pista. Nosotros hicimos lo mismo, y luego simplemente fuimos siguiendo la pista hasta Fontalba, incluida una parada para ponernos las raquetas.

Poco antes de llegar a Fontalba nos pasaron dos todoterrenos, subiendo como si nada. Que envidia nos dieron! Y cuando llegamos a Fontalba encontramos una pareja muy simpática que había llegado con su Volkswagen T4 el día anterior antes de que comenzara la nevada. Habían dormido allí esperando a que el resto de su grupo subiera el domingo. Sin embargo ya era algo tarde, alrededor de las 10:30, y como vieron que sus colegas no llegaban, nosotros íbamos para arriba, y además abriendo huella, nos siguieron.

Yo pensaba que con los 300m de desnivel extra que habíamos tenido que hacer, íbamos muy tarde y habíamos perdido muchas opciones de cima, sin embargo a medida que íbamos subiendo iba apareciendo gente por detrás, y eso de alguna manera animaba a seguir.

Tuvimos algún momento de duda, por lo tarde que se iba haciendo, y además íbamos justitos porque desde agosto no habíamos hecho ningún desnivel significativo. De hecho, los objetivos de esta salida eran por una parte un entreno y por otra parte probar material y ropa, por lo que hacer cumbre era bastante secundario. Pero ahí estábamos, parando lo mínimo, y tirando poquito a poco para arriba. Solamente una pareja también con raquetas pero muy fuertes, nos pasaron.

El momento crítico fue cuando a falta de 200m de desnivel empezó a soplar viento, lo cual hizo que la sensación térmica bajara en picado a pesar de que hacía sol. Ya era la una de la tarde, pero decidimos tirar un poco más. Y así, poquito a poco, llegamos hasta la falsa cima, nos cruzamos con la pareja de las raquetas que ya bajaban, y unos minutos más tarde empezamos a ver la cruz del Puigmal.

Aunque en las fotos de cumbre parece que estábamos solos, enseguida llegó un grupo, y por detrás había un goteo de gente también subiendo. Por fortuna el viento paró bastante, pero aún así hacía bastante frío. Nos quitamos las raquetas, hicimos las fotos de rigor, comimos unos frutos secos, tomamos agua, descansamos, pero todo esto sin sentarnos. Guardamos las raquetas y un bastón, y sacamos el piolet. Justo antes de la antecima hay un tramo algo más vertical que el resto y nos pareció prudente ponernos las raquetas una vez pasado ese tramo.

Al llegar a Fontalba, ya bastante tarde, la parejita de la T4 se iban para abajo por la pista y se ofrecieron a bajarnos hasta nuestra furgo. Sin dudarlo les dijimos que sí. Estábamos tan cansados y era tan tarde que nos quedamos en el parking del cremallera de Núria de Queralbs a cenar una sopita de cebolla, y solo después de ese merecido avituallamiento y descanso pusimos rumbo de vuelta a casa.

Tremenda sesión de entreno, que en lugar de unos 900m al final fueron unos 1200m de desnivel, y con bonita cima incluida!

9 oct 2016

Ribes-Sabaté y Martinetti

Después de todo el verano prácticamente en blanco en lo que a escalada en roca se refiere, el otro día Nuri y Ramón nos propusieron ir a Sant Llorenç de Montgai y hacer algo de vía larga. Tentadora propuesta, que desde aqui agradezco porque me ha dado ese empujoncito que necesitaba para volver a activarme después de hacer el Camino de Santiago del Norte en bici, que me había dejado bastante descolocado, agravado esto por los chinches o pulgas, aun no sé qué pillé, que estuve sufriendo durante una semana al volver.

Salimos el sábado bastante tarde, y nos encontramos con Ramón y Nuri en Sant Llorenç. Tras ponernos al día con las batallitas del verano, decidimos que al día siguiente nos meteríamos en la vía Martinetti de la pared de La Formiguera y la Ribes-Sabaté al Cilindre.

Hacía dias que no dormíamos en la furgo, y después de cenar caímos fulminados bajo el edredón. No deja de sorprenderme lo bien que duermo en la furgo. He llegado a la conclusión de que el subconsciente se olvida de donde estás y por eso duermo tan sumamente bien.

Cuando amanecimos, Nuri y Ramón ya estaban listos. Nosotros teníamos que desayunar un poco, así que ellos fueron tirando, hacia la Martinetti. Nosotros iríamos a por el Cilindre.

Encontrar el inicio de la Ribes-Sabaté es obvio, justo a la izquierda de la chimenea que el Cilindre forma con la pared de la derecha. En algunas reseñas la muestran con 3 largos, y en otras con 4. También en algunas le dan V como máximo grado, y en otras V+.

Personalmente, y dado que en mi primera juventud tuve una caida importante debido al rozamiento de las cuerdas en un largo bastante sinuoso, preferí hacer reunión en la sabina que hay a unos 25-30 metros. De este modo el primer largo acaba después de un tramo de V que en alguna reseña dan de V+, y el segundo largo consiste esencialmente en el flanqueo a izquierdas, que aunque le dan V grado, yo encontré muy delicado y fino, ya que estaban todas las presas, sobre todo las de pies, llenas de arena. Normalmente me gustan los flanqueos, pero esta vez sufrí más de lo esperado.

El resto de la vía bien, con un aleje en el tercer largo, y un momento de duda en el cuarto. Hay un punto donde hay un parabolt en medio de un bloque, y aunque dicen que se puede pasar indistintamente por la izquierda o por la derecha, creo que es mucho más lógico hacerlo por la derecha, y luego flanquear ligeramente a la izquierda para entonces encontrar otro bolt y salir fácil.

Para bajar del Cilindro nos liamos. En lugar de ir hacia el oeste nos fuimos al este, ya que eso decía la descripción del descenso que llevábamos. Me quedó después claro que la descripción es errónea y debería decir oeste. De todos modos la equivocación nos llevó a dar toda la vuelta a la paret de l'Ós, y pudimos hacerle alguna bonita foto al Cilindre al completo, con el pantano y Sant Llorenç de fondo.

Tras saludar a Nuri y Ramón, que estaban entonces negociando el primer largo, nos comimos unas galletas mientras hacíamos la aproximación a la pared de La Formiguera. A Ramón, que va de azul, y Nuri, de rojo, los podeis ver en la foto del Cilindre si os fijais un poco.

Total que volvimos a pasar por el parking y nos fuimos a por la segunda vía del día. El pie de via de la Martinetti lo encontramos sin problema. Aunque los dos primeros largos se pueden empalmar, de nuevo decido no hacerlo. La dificultad de la vía, en papel, va in crescendo, ya que el primer largo es de IV, el segundo de IV+, el tercero de V y el último de V+, sin embargo el tercero es bastante mantenido y el último tiene la dificultad concentrada, y a mi me resultó más fácil que el tercero. De todos modos, no se si debido a que era la segunda vía del día, que no habíams escalado en todo el verano, y/o que me he engordado desde que dejamos de fumar hace casi nueve meses, encontré el grado de la vía muy ajustado. Vamos, que me lo pasé tremendo, y tuve mi dosis de adrenalina, sobre todo en el flanqueo en el Cilindre, y me queda claro que tendremos que volver a escalar por esta preciosa zona para ver si mis sensaciones cambian y no me siento tan fuera de forma!

29 ago 2016

Camino de Santiago del Norte en bici

Poco después de hacer el Camino Francés en bici, allá por el 2004, ya empecé a interesarme por el Camino del Norte. Este verano, aun con dudas debido a las dos operaciones que he tenido el último año, se alinearon todos los astros, desempolvé mi vieja mountain bike, y decidí ir a intentarlo.

Poco voy a explicar sobre el camino. El camino es el camino, cada uno va por diferentes motivos y lo vive de manera diferente. Yo estoy encantado de haber decidido ir, y mucho más de como ha respondido mi cuerpo. Ahora puedo decir que tanto la pierna como las cervicales están totalmente recuperadas. Han sido unos fantásticos 14 dias, más de 800kms, unos 16000 metros de desnivel positivo, otros tantos negativos, miles de momentos únicos con gente de un montón de paises, y miles de preciosos momentos solo.

Aquí incluyo las fotos que he ido colgando en instagram, y algunas más. No han quedado del todo bien, ya que he perdido el acceso que tenía a Photoshop y a partir de ahora usaré Gimp como editor gráfico, he querido aplicarle a las fotos el mismo filtro que les apliqué cuando las posteaba en instagram, y además las fotos están prácticamente todas hechas con mi viejo Samsung S2. De todos modos, a mi ya me valen como recuerdo visual de este camino, que es tan físicamente duro como bello.

Gracias a todos los que me habeis ido animando desde la distancia, y también a los que me han dejado compartir algunos ratos de su camino.

Solo espero que no pasen otros 12 años para intentar un nuevo Camino de Santiago!

Edito para incluir un enlace al foro bicigrino donde creé un hilo para pedir consejo, Camino del Norte inminente y un poco a lo loco. Los compañeros del foro me dieron buenos consejos y ánimos, y al final hay alguna reflexión mia después de haber acabado.