1 ene 2012

Navidades en Tenerife


Estas navidades sí que nos hemos podido organizar para hacer una escapadita a Tenerife. Los objetivos eran varios, pero el principal no se cumplió en absoluto. En nueve días dando vueltas por la isla no ha habido ni un momento en que el tiempo invitara a despelotarse a tomar el sol en la playa. O bien el cielo estaba cubierto y/o hacía viento. Pero no por eso hemos dejado de hacer algunas cositas y lo hemos pasado bastante guay.

En el aeropuerto recogimos un pequeño Toyota Yaris, con el que hemos hecho unos 1400kms, y estuvimos en un apartamentito en Puerto de La Cruz, ciudad que nos moló mucho. Pronto encontramos el baretillo local donde tomar el cafelito matutino (cortado leche-leche, que significa que esta hecho con leche normal pero también lleva leche condensada... yummy!). Además hay varios supermercados Mercadona, así que enseguida nos encontramos como en casa.

El primer día nos acercamos a la Cañada del Capricho. Esta zona se encuentra justo enfrente del Teide, cosa que aprovechamos para localizar el punto de partida para el día en que intentáramos su ascensión. Ademas se encuentra a 2000 metros, por lo que de algún modo nos serviría de aclimatación. Pero poco aclimatamos, ya que al descolgar a Lara de la primera vía que hicimos, no se percató de un techito y se golpeó y raspó toda la espinilla izquierda. Menudo comienzo! Por fortuna todo quedó ahí, pero decidimos recoger y hacer un poco de turisteo por la parte oeste de la isla.

Como las heridas cicatrizaban bien, al día siguiente fuimos a visitar la zona de Arico. Hay unos molinos de viento de los grandes cerca de la Villa de Arico, y yo no sabía que los de este tamaño pudieran girar tan y tan deprisa. Hacía un viento importante, pero en el cañón de Arico la verdad es que no se estaba mal. La escuela es muy chula y acabámos yendo tres días a escalar allí.

Al principio nos pareció que el grado estaba muy caro, y eso mismo decía toda la gente que vimos por allí, pero poco a poco nos hicimos con el tipo de roca y disfrutamos subiendo varias vias. En el sector Los Quintos hicimos La guarra (IV+), Iniciación (V-), Pa'empezar (V-) y 3-Sin nombre (V-). En Sus Villa hicimos 7-Sin nombre (IV) y 8-Sin nombre (V), No hay colega sin taco (V) y El terror de las chiguillas (V+). Y en el sector Peña del Lunes cayeron Rebecca (V), Desprecio a la envergadura (V), Subidón al cazo (V+) y Nelson Mándele (V+). Yo creo que algunos de los quintos serían V+ en la península, y algunos de los V+ serían 6a, pero una cosa esta clara... nuestro objetivo sigue siendo el 6a!

La ascensión al Teide la hicimos el 28 de diciembre, ya que el permiso para hacer el ultimo trozito, desde la estación superior del teleférico hasta el borde del cráter, lo cogimos para ese día entre las 13:00 y las 15:00 horas. Calculamos que saliendo a las 08:00 de La Pizarra, a 2340m de altitud y en el kilómetro 40.3 de la carretera que atraviesa el parque, llegaríamos un poco antes de las 13:00 a la estación superior del teleférico, a 3549m de altitud.

El recorrido no tiene ninguna dificultad técnica, yo lo encontré alucinante por los cambios de color y tipo de roca y lava en los diferentes tramos, especialmente los denominados Huevos del Teide (bolas volcánicas), y además durante la ascensión no se ven las torres y cables del teleférico.

Cuando llegamos al parking de La Terraza el día se presentaba espectacular, pero el termómetro del coche marcaba cuatro grados. Algo más tarde la temperatura subió considerablemente, y a la altura del refugio Altavista, donde hicimos una buena parada, se estaba bien al solete y resguardado del viento, pero al llegar a la Rambleta (camino practicamente horizontal que bordea el pico y te lleva hasta la estación superior del teleférico) la sensación térmica debido al viento era muy baja. En este punto nos mezclamos con los turistas que suben con el teleférico, y resultaba muy impactante ver algunos turistas con minifalda, chanclas, pantalon corto, o chaquetita de ganchillo, literalmente jodiendose de frio.

Aunque los chicos que controlan los permisos para subir a la cima nos dejaban pasar, hicimos un breve descanso y esperamos a que fueran las 13:00. El cráter del Teide es más pequeño de lo que yo pensaba, es tan pequeño que cuesta alejarse de las bocanadas de humo sulfuroso que desprende. No pudimos ver ninguna de las otras islas debido al mar de nubes, pero igualmente disfrutamos de estar en el techo de España con sus 3718m. El punto negativo fue que nos sentamos un rato entre unas rocas en un punto que parecía inofensivo pero mas tarde comprobamos que nuestros pantalones se mancharon de ese ácido sulfuroso o lo que sea. Ni la lavadora ha podido con las manchas, y en particular mis pantalones, que además eran un regalito de Lara, han quedado arruinados. Si hubiera ido con minifalda...

Aunque no estrictamente relacionado con la montaña y la escalada, una de las cosas que fuimos a visitar y nos gustó mucho fue la Cueva del Viento, en Icod de los Vinos. La Cueva del Viento es el mayor tubo volcánico de Europa.

No hace falta ir a la playa para disfrutar de Tenerife, pero hubiera ayudado a disfrutarlo incluso más!