

El principal problema que tuvimos fue que decidimos ir a intentar la olla el mismo viernes por la tarde. La idea era subir hasta Fontalba, pero al mirar de sacar el permiso, la web decía que no había plazas para el sábado. La alternativa era coger el cremallera desde Ribes de Freser o Queralbs, pero aparte de costar treinta euros, el primer cremallera es a las 8 de la mañana, y el último a las 6 de la tarde, y nosotros no somos particularmente rápidos caminando, y menos sabiendo que tienes por delante unos 1800 metros de desnivel y unos 21 kms.



La excursión es totalmente recomendable y, aunque es larga y requiere ir rodado de piernas y con buen pronóstico de tiempo, hay un par de puntos claros desde donde se puede abandonar y acortar la olla si fuera necesario.