






Cuando llegamos al parking de La Terraza el día se presentaba espectacular, pero el termómetro del coche marcaba cuatro grados. Algo más tarde la temperatura subió considerablemente, y a la altura del refugio Altavista, donde hicimos una buena parada, se estaba bien al solete y resguardado del viento, pero al llegar a la Rambleta (camino practicamente horizontal que bordea el pico y te lleva hasta la estación superior del teleférico) la sensación térmica debido al viento era muy baja. En este punto nos mezclamos con los turistas que suben con el teleférico, y resultaba muy impactante ver algunos turistas con minifalda, chanclas, pantalon corto, o chaquetita de ganchillo, literalmente jodiendose de frio.


No hace falta ir a la playa para disfrutar de Tenerife, pero hubiera ayudado a disfrutarlo incluso más!