
Salimos del mirador del Gresolet poco después de las 8 de la mañana. La aproximación es muy evidente y facilmente, mientras hacemos el subidón hacia la pared, localizamos el pie de vía, característico por empezar justo donde hay un pino seco.

Cuando estábamos a punto de empezar, aparece una cordada. Les pregunto si son de esos escaladores biónicos y si quieren pasar delante. Aunque tiene sus peligros que vaya una cordada delante, principalmente por caida de piedras, esta vía es algo sinuosa, por lo que si dejas una distancia prudencial no estás en la vertical de la cordada superior mucho tiempo, y además no me gusta la sensación de tener gente detras y hacerles tapón. Dijeron que no, que tiráramos. Perfecto!

Cuando ya estaba a punto de salir le eché un ultimo ojo a la reseña y noté que estaba temblando. Estaba nervioso como pocas veces he estado. Por una parte unos amigos habían abandonado en esta vía, y por otra el hecho de que le den tanta estrella pero la dificultad sea asequible, me tenía demasiado desconfiado.

El segundo largo tiene un flanqueo hacia la izquierda, de manera que a partir de este punto el resto de la vía toma un ambiente bastante espectacular, y claramente esto ayuda a que esté tan bien valorada. La roca es perfecta en todo momento, el itinerario lógico, algunos tramos son atléticos, con buena ganda, otros requieren algo de adherencia, y la vía está bien equipada. Yo creo que puse un par de puentes de roca en el primer largo y un friend en el diedro final del quinto y último largo, que se puede evitar por la derecha pero lo suyo es hacerlo porque es muy guapo.

Mientras hacíamos un carajillito de Baileys con hielo en Saldes, donde por cierto hay Wifi gratis, empezamos a hablar de hacer alguna vía en la cara sur del Pollegó Inferior...