Unas mil cien personas se unieron este fin de semana para la Embardissada, una excursión que desde hace 36 años organiza el Centre Excursionista de Olot el tercer domingo de Abril. El recorrido siempre es circular, cada año diferente y el punto de partida/llegada también. Eso sí, siempre en el marco incomparable de la Garrotxa. Este año le tocó el turno a Sadernes.
Con 22kms y 1400 metros de desnivel positivo, la ruta nos llevó hacia Sant Aniol, pasamos por la bauma (cueva) del Jou, subimos el Puig de Sant Marc (1327m), y a partir de aqui bajamos disfrutando de vistas de la cresta del Ferran en toda su magnitud. Finalmente, y pasando por Talaixà, bajamos hasta la riera de Sant Aniol, donde nos refrescamos los pies, y ya por pista llegamos a Sadernes.
Aunque a estas alturas del año ya hayamos hecho alguna salidita con tiempo templado, la Embardissada parece indicar el inicio oficial de la primavera.
Al llegar al aparcamiento, y tengo que decir que dormimos en la Doris a unos escasos 30 metros de la salida!, como íbamos sobrados de tiempo decidimos hacer una siestecita antes de emprender el regreso a casa. En la última foto nos podeis ver haciendo la siesta en la Doris.
¿Cómo? ¿No nos veis? ¡Ah, claro! No nos veis porque le hemos tintado las lunas a la furgo!
21 abr 2013
7 abr 2013
Canal Estreta al Gra de Fajol Petit
Una de estas primaveras me gustaría subir al Perdido por la cara Norte. Al Roger le atrae la idea, pero nunca ha hecho ninguna ascensión en nieve y/o hielo con crampones y piolets. Así, decidimos ir a la zona de Vallter 2000 y hacer alguna canal facilita.
Nuestros colegas de Sector Aventura, Nuri y Ramón, nos propusieron ir precisamente a Vallter hace apenas un par de semanas, pero tanto Roger como yo teníamos otros planes.
Esta zona del Pirineo está tan cerca de Barcelona y es tan chula que no entiendo por qué hacía tanto tiempo que no la visitaba.
Salimos de una soleada Barcelona el sábado por la tarde y en poco más de dos horas nos encontrábamos a más de 1500 metros de altitud, en medio de una tormenta de nieve, con ráfagas de viento de 80 km/h, poniéndole las cadenas a la Doris porque la carretera estaba peligrosamente helada, y es que estábamos a 5 grados bajo cero!
Era imposible llegar a los aparcamientos superiores, así que paramos donde buenamente pudimos para pasar la noche.
A las tres o las cuatro de la mañana empezó a pasar el quitanieves, y mas tarde el día amaneció espléndido. Estábamos confusos, ya que no teníamos claro hasta que punto habíamos llegado la noche anterior, pero incluso el viento había amainado, por lo que no había excusas y teníamos que decidir que canal íbamos a hacer.
Entre una cosa y otra se nos hizo algo tarde y, aunque habíamos pensado en la canal del Princep, al final nos lanzamos hacia la canal Estreta. Más técnica, pero considerada la clásica de la cara Norte del Gra de Fajol Petit (2563m), con una aproximación extremadamente obvia y rápida. La canal tiene 220m, una pendiente de 45/50 grados, con un máximo de 60 grados, y 3 resaltes de III/IV, que nosotros encontramos tapados y eran resaltes de hielo.
Antes de llegar al refugio de Ull de Ter nos cruzamos con un trio, que nos dicen que la montaña está en unas condiciones pésimas y ellos no quieren morir hoy. Nosotros seguimos, como si no hubiéramos oido nada, y unos minutos mas tarde desde el refugio vemos un par de cordadas en la canal. Cuando llegamos al cono de entrada ya estaba limpia. Paramos para calzarnos los crampones y sacar el material. Nos encordamos dejando unos 20-25 metros de separación, y empezamos a subir en ensamble.
Donde la canal se estrecha por primera vez encontramos un resalte con hielo, que en condiciones normales es un resalte de roca. Aunque hacía años que no traccionaba con los piolets, me encontré tan cómodo y vi a Roger tan en su salsa y funcionando tan seguro que sin montar reunión ni colocar ningún punto de seguro negocié el resalte. Una gozada!
Seguíamos en ensamble, pero entonces llegué bajo el segundo resalte, también de hielo, y aquí sí, monté una preciosa reunión con dos tornillos de hielo que, después de quitar algo de nieve superficial, entraron a muerte. Con esto pude asegurar al Roger en el primer resalte como la ocasión se merecía (su primer resalte de hielo!)
Visto y no visto, pasó una cordada de un francés y un catalán que iban como motos. Aparte de algunos trozos de hielo que nos tiraron y golpearon nuestros cascos, el adelantamiento no tuvo mas consecuencia.
Aunque con dudas al principio, Roger enseguida se colgó de la reunión de tornillos, deshicimos los bucles de cuerda para usar toda su longitud, y me aseguró durante el siguiente tramo, que consistió en el segundo resalte de hielo ya mencionado, y algunos metros más hasta una reunión montada con dos espits y un parabolt. Entonces entendí que bajo el primer resalte tenía que haber montado una reunión, una reunión que probablemente está montada pero nos quedaba tapada por la nieve.
Roger se dió el segundo resalte como si lo hubiera hecho toda la vida, y aunque iba algo justo de temperatura en los pies (o sea jodidilloo de frio!) debido a que calzaba unas botas bastante ligeras, intentaba disfrutar de los pasajes que nos brindaba la canal.
Continuamos haciendo largos, ahora ya clavando los piolets en la nieve dura como mejor se podía, hasta un tercer resalte de hielo justo al lado de una bonita cueva, donde por pura intuición femenina encontré un clavo en una fisura tapado por la nieve. Ese clavo me dió la tranquilidad necesaria para entrarle a ese tercer resalte, que era algo mas largo que los otros dos, y pronto ví que tenía zonas con poco grosor de hielo, lo cual lo hacía mas interesante. Sin embargo, las sensaciones escalando el hielo seguían siendo buenísimas y hasta me atrevería a decir que, tanto yo como Roger después, lo pasamos clavando las puntas de nuestros crampones y piolets con gran estilo.
La llegada a la arista no fue menos bella que la propia canal, ya que había que sobreponer una pequeña cornisa que daba paso a la vista de toda la parte sur de la montaña. Mientras nos desencordábamos apareció un chico que venía de la Coma del Orri, y muy amablemente nos hizo un par de fotos.
Era algo tarde, las 2:30pm, pero aún tuvimos tiempo de comer un surtido de delicatessen del Mercadona, léase cacahuetes fritos con miel y bocata de jamón serrano (no, esta vez no llevábamos patatas Lays). Habiendo repuesto energías, emprendimos el descenso, que a mi me pareció bastante expuesto, desde el collado de los Fajol.
Al llegar a la furgo por fin pudimos quitarle las cadenas, y en un baretillo de Setcases paramos a celebrar nuestra triunfada, ya que ni mucho menos esperábamos hacer una canal con tanto pasaje de hielo.
Ahora queda esperar a que Roger decida si hay fumata blanca, en unas semanas nos vamos a la Norte del Perdido. Tranquilo Roger, no hay presión!
Nuestros colegas de Sector Aventura, Nuri y Ramón, nos propusieron ir precisamente a Vallter hace apenas un par de semanas, pero tanto Roger como yo teníamos otros planes.
Esta zona del Pirineo está tan cerca de Barcelona y es tan chula que no entiendo por qué hacía tanto tiempo que no la visitaba.
Salimos de una soleada Barcelona el sábado por la tarde y en poco más de dos horas nos encontrábamos a más de 1500 metros de altitud, en medio de una tormenta de nieve, con ráfagas de viento de 80 km/h, poniéndole las cadenas a la Doris porque la carretera estaba peligrosamente helada, y es que estábamos a 5 grados bajo cero!
Era imposible llegar a los aparcamientos superiores, así que paramos donde buenamente pudimos para pasar la noche.
A las tres o las cuatro de la mañana empezó a pasar el quitanieves, y mas tarde el día amaneció espléndido. Estábamos confusos, ya que no teníamos claro hasta que punto habíamos llegado la noche anterior, pero incluso el viento había amainado, por lo que no había excusas y teníamos que decidir que canal íbamos a hacer.
Entre una cosa y otra se nos hizo algo tarde y, aunque habíamos pensado en la canal del Princep, al final nos lanzamos hacia la canal Estreta. Más técnica, pero considerada la clásica de la cara Norte del Gra de Fajol Petit (2563m), con una aproximación extremadamente obvia y rápida. La canal tiene 220m, una pendiente de 45/50 grados, con un máximo de 60 grados, y 3 resaltes de III/IV, que nosotros encontramos tapados y eran resaltes de hielo.
Antes de llegar al refugio de Ull de Ter nos cruzamos con un trio, que nos dicen que la montaña está en unas condiciones pésimas y ellos no quieren morir hoy. Nosotros seguimos, como si no hubiéramos oido nada, y unos minutos mas tarde desde el refugio vemos un par de cordadas en la canal. Cuando llegamos al cono de entrada ya estaba limpia. Paramos para calzarnos los crampones y sacar el material. Nos encordamos dejando unos 20-25 metros de separación, y empezamos a subir en ensamble.
Donde la canal se estrecha por primera vez encontramos un resalte con hielo, que en condiciones normales es un resalte de roca. Aunque hacía años que no traccionaba con los piolets, me encontré tan cómodo y vi a Roger tan en su salsa y funcionando tan seguro que sin montar reunión ni colocar ningún punto de seguro negocié el resalte. Una gozada!
Seguíamos en ensamble, pero entonces llegué bajo el segundo resalte, también de hielo, y aquí sí, monté una preciosa reunión con dos tornillos de hielo que, después de quitar algo de nieve superficial, entraron a muerte. Con esto pude asegurar al Roger en el primer resalte como la ocasión se merecía (su primer resalte de hielo!)
Visto y no visto, pasó una cordada de un francés y un catalán que iban como motos. Aparte de algunos trozos de hielo que nos tiraron y golpearon nuestros cascos, el adelantamiento no tuvo mas consecuencia.
Aunque con dudas al principio, Roger enseguida se colgó de la reunión de tornillos, deshicimos los bucles de cuerda para usar toda su longitud, y me aseguró durante el siguiente tramo, que consistió en el segundo resalte de hielo ya mencionado, y algunos metros más hasta una reunión montada con dos espits y un parabolt. Entonces entendí que bajo el primer resalte tenía que haber montado una reunión, una reunión que probablemente está montada pero nos quedaba tapada por la nieve.
Roger se dió el segundo resalte como si lo hubiera hecho toda la vida, y aunque iba algo justo de temperatura en los pies (o sea jodidilloo de frio!) debido a que calzaba unas botas bastante ligeras, intentaba disfrutar de los pasajes que nos brindaba la canal.
Continuamos haciendo largos, ahora ya clavando los piolets en la nieve dura como mejor se podía, hasta un tercer resalte de hielo justo al lado de una bonita cueva, donde por pura intuición femenina encontré un clavo en una fisura tapado por la nieve. Ese clavo me dió la tranquilidad necesaria para entrarle a ese tercer resalte, que era algo mas largo que los otros dos, y pronto ví que tenía zonas con poco grosor de hielo, lo cual lo hacía mas interesante. Sin embargo, las sensaciones escalando el hielo seguían siendo buenísimas y hasta me atrevería a decir que, tanto yo como Roger después, lo pasamos clavando las puntas de nuestros crampones y piolets con gran estilo.
La llegada a la arista no fue menos bella que la propia canal, ya que había que sobreponer una pequeña cornisa que daba paso a la vista de toda la parte sur de la montaña. Mientras nos desencordábamos apareció un chico que venía de la Coma del Orri, y muy amablemente nos hizo un par de fotos.
Era algo tarde, las 2:30pm, pero aún tuvimos tiempo de comer un surtido de delicatessen del Mercadona, léase cacahuetes fritos con miel y bocata de jamón serrano (no, esta vez no llevábamos patatas Lays). Habiendo repuesto energías, emprendimos el descenso, que a mi me pareció bastante expuesto, desde el collado de los Fajol.
Al llegar a la furgo por fin pudimos quitarle las cadenas, y en un baretillo de Setcases paramos a celebrar nuestra triunfada, ya que ni mucho menos esperábamos hacer una canal con tanto pasaje de hielo.
Ahora queda esperar a que Roger decida si hay fumata blanca, en unas semanas nos vamos a la Norte del Perdido. Tranquilo Roger, no hay presión!
Ubicación:
Ulldeter, Girona, Spain
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