28 jul 2020
Techos de La Rioja, Navarra y Asturias
Este verano Gigi y yo teníamos pensado hacer una ruta en bici de varios días, pero debido a la pandemia del Covid19, y que se iban cerrando áreas por las que teníamos que haber pasado, pronto decidimos abortar y confeccionar un plan B. Cuando tienes una furgoneta camper, y además te gusta la montaña, planificar como invertir unos cuantos días siempre es un problema, básicamente porque siempre te faltan días.
Cogimos todos los trastos de montaña, incluido lo de escalada, las bicis, y también los portátiles, por si acaso nos confinaban poder trabajar a finales de agosto desde nos pillara, y nos fuimos a la casa que los Serrano tienen en Fiscal, justo en el Pirineo de Huesca.
Desde allí, fuimos haciendo algunas salidas, de más o menos días, que intento enumerar a continuación.
Nuestro primer objetivo era intentar subir a los techos de algunas comunidades autónomas. Hace un tiempo nos quedamos con las ganas de subir al más alto de Asturias, bastante exigente, así que trazamos un plan para ir haciendo salidas y llegar a Picos de Europa en mejor forma de la que estábamos.
Nuestra primera parada fue cerca del refugio de Linza, desde donde subimos a La Mesa de los Tres Reyes, que con sus 2428 metros constituye el punto más alto de la Comunidad de Navarra. Excursión larga, muy bonita, que nos fue de fábula como primera ascensión.
Y lo que también nos fue de fábula fueron las migas con vinito que nos comimos después en la Venta de Juan Pito. Sencillamente espectacular, tanto el sitio como la comida. Hay que volver!
Cambiamos de comunidad y nos fuimos a La Rioja, no antes sin parar a ver a nuestra amiga Lili, que esta ahora viviendo cerca de Pamplona.
Para intentar subir al techo de La Rioja hay que subir a la estación de esquí de Valdezcaray. Nosotros nos quedamos a dormir en el parking de la estación, y al día siguiente hicimos una circular muy recomendable, que comienza muy fuerte subiendo por las pistas peladas y pedregosas de la estación, pero después hace un recorrido con unas vistas impresionantes.
De este modo, primero subimos al San Lorenzo, que con 2271 metros es el punto más alto, luego fuimos a la Cabeza Parda y por último la Cuña. Al bajar al pueblo de Valdezcaray, mientras se iba tapando el cielo amenazante de tormenta, estuvimos buscando algún lugar donde ducharnos, pero con el tema del Covid todas las duchas estaban cerradas. De hecho, por medio del pueblo pasa un fantástico rio y había bastante gente bañándose.
Cuando por fin nos convencimos que era imposible encontrar una ducha, el cielo estaba prácticamente negro. Calculamos que faltaban tres minutos para que empezara la tormenta, pero realmente necesitábamos una ducha, así que nos metimos en el río un minuto, nos secamos en otro minuto, volvimos a la furgo justo cuando empezaba a caer el diluvio universal!
Al día siguiente nos empezamos a dirigir hacia Asturias. De camino Gigi iba buscando una mochilita pequeña para mi, ya que o tenía una muy grande, o una muy pequeña. Encontró una por Wallapop, en Santander, y le iba explicando al potencial vendedor por donde íbamos. Al final quedamos en un área de servicio, y resultó que el propietario de la que ahora es mi mochilita de ataque verde era un guardia civil que además estaba de servicio. Después del flash, continuamos nuestro periplo hacia Picos.
Si la excursión a la Mesa fue larga, la del Torre Cerredo aún lo es más. Para subir a los 2648 metros del techo de Asturias teníamos dos opciones. Una era subir hasta el refugio Urriellu, al pie del Naranjo de Bulnes, pasar noche allí, y al día siguiente ir hasta el Torre Cerredo. La alternativa era hacerlo todo del tirón desde la furgo, es decir, desde Pandébano.
Como veníamos bastante rodados, y además dentro del refu no se podía dormir por la pandemia, tenías que subir la tienda, y pagar igualmente, decidimos hacerlo del tirón. La excursión, tal y como la esperábamos, se hizo algo larga, pero tuvimos un día impecable y, una vez más, pudimos disfrutar de Picos de Europa en todo su esplendor.
Tras haber hollado los techos de tres comunidades autónomas más para nuestra colección, volvimos poquito a poco hacia Fiscal, haciendo una paradita en un bosque de secuoyas que hay en Cabezón de la sal, Cantabria.
Dias más tarde llegaron a Fiscal Laia, Roger y la pequeña Berta. Con ellos nos fuimos a hacer una excursión que hacía tiempo que queríamos hacer. Siempre habíamos visto unas fotos muy bonitas del Pic du Midi d'Ossau, con un lago, caballos, y el Midi de fondo. Pues bien, las fotos siempre están tomadas desde el Ibón de Anayet, así que miramos un poco la logística, y allí que nos fuimos.
El día fue demasiado frio para la época, el Midi estuvo bastante tapado todo el rato, y los caballos estaban en la vertiente opuesta al Pico de Anayet, así que no pudimos tirar ninguna foto como las que yo había visto, sin embargo la excursión fue igualmente bonita, Gigi y yo nos estiramos y subimos el Pico de Anayet (2545m) y ahora ya conocemos este bonito paraje, al cual habrá que volver en otra ocasión.
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