27 may 2010
La Cresta del Sol
Fili: Lara, a ver si te pones un ratillo y te curras un texto para este post, ok?
Lara: Comor?
Fili: Pues eso, que siempre soy yo el que se curra la crónica, además de currarme las fotos.
Lara: mmmmhhh...
Fili: Ok, entendido.
Hace tantas semanas que se me habrán olvidado detalles, pero recuerdo que la salidita a la Cresta del Sol fué muy chula.
Habíamos quedado con la Nuri y el Ramón en la curva de la carretera donde se dejan los coches a las 9 o 9:30. Nosotros hacía tiempo que no dormíamos en la furgo y la noche anterior decidímos hacer las mochilas y subir hacia Sant Llorenç de Morunys y dormir por allí. Cual fue nuestra sorpresa cuando al llegar vimos una explanada chulísima a la entrada del pueblo y que ya había varias autocaravanas y un par de furgos con toda la pinta de tener inquilinos. Aparcamos entre ellas y nos fuímos a cenar un fantástico lomo con queso a un bareto muy guapo. No, no es que de repente me acuerde de estos detalles, es sólo que siempre me pido un lomo con queso.
Por la mañana el bareto guapo estaba todavía cerrado, pero en otro que tiene una terracita muy auténtica con sombra de unos árboles, desayunamos. Hay que decir que en esta salida no habíamos pillado casi nada de comer y fuimos a salto de mata.
Fuimos hacia la curva acordada antes de la hora, pero Nuri y Ramón también llegaron antes. Sin muchos preámbulos nos colgamos las mochilas a la espalda y empezamos la aproximación a la cresta. Por curiosidad la habíamos mirado en el Google Maps, y eso creo que nos ayudo un poquitín ya que hay que atravesar cinco canales hasta encontrar el inicio.
Las reseñas de la cresta y los comentarios vistos por internet indicaban que está muy bien asegurada y que el grado es asequible, así que llevábamos los pies de gato viejos en la mochila simplemente por si acaso. No los usamos.
Las dos cordadas nos mantuvimos más o menos a la par, lo que hizo muy amena la progresión ya que íbamos constantemente charlando unos con otros.
Una vez arriba, fotillos de cumbre entre cordadas y a comenzar el descenso ya que comenzaban a aparecer algunas nubes sospechosas. Bueno, yo me hice una foto con mis gafas nuevas. Sí, ya se que soy un copión y son iguales que las de Lara, pero es que son la caña!
El descenso es curioso ya que hay un tramo, a mi parecer un poquitin hecho con mal gusto, de via ferrata. No tiene pérdida. Una vez en los coches, quedamos para hacer un bocata en el pueblo, y mientras nos lo comiamos... Exacto, yo un lomo con queso! cayó una tromba de agua que si nos llega a pillar en la cresta aluciflipamos.
Bonita y asequible cresta, al lado de un pueblo precioso. Una actividad muy recomendable.
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