13 dic 2013

Aresta Brucs a La Bitlla

Gigi - ¿Así que este viernes lo tienes libre?
Fili - Yup!
Gigi - Yo también! Podríamos hacer algo...
Fili - ¿Te apetece hacer una vía de largos, pero en algún sitio donde puedas experimentar la sensación de 'hacer cumbre'?
Gigi - umh... piensa que hace apenas un mes que he empezado a escalar y solo he hecho deportiva... pero si es facilita... :-D
Fili - ¡Guay! Sí, claro, facilita!



La Aresta Brucs a la Bitlla (60m, IV+), en la región de Agulles de Montserrat fue la elegida. Fácil desde el punto de vista técnico, pero con unos alejes importantes, especialmente en el segundo largo, y es que los aperturistas en el año 44 eran muy valientes. La vía sólo tiene cuatro seguros.

Ir a la montaña cuando la mayoría de la gente que ves en coche va a trabajar da una sensación especial. Durante la aproximación a la Bitlla no vimos absolutamente a nadie. Bueno, sí, desde una de las agujas por encima del refugio Vicenç Barbé nos observaba una cabra!

Las cabras en Montserrat son caras de ver, sin embargo quizá ésta sabía que era la primera vez que Gigi se adentraba en la región de Agulles y quería causarle buena impresión.

Nos pasamos el sendero que sube a la Bitlla desde la canal de les Bessones, pero la intuición nos dijo que teníamos que retroceder, y únicamente perdimos unos minutos antes de llegar al inicio de la Aresta Brucs.

El día era espléndido, un regalo poder escalar en Montserrat en Diciembre. Tras explicarle un poquito a Gigi como funciona el reverso, las maniobras que iríamos haciendo, y como nos comunicaríamos, me lancé a por el primer largo. Aunque había leído que la exposición de la vía es alta, y que se podían colocar no se qué cosas (nunca he entendido cuando la gente menciona camalots, semáforo de aliens, etc,) yo no pillé ni mis fisureros ni los friends, que sin duda en este primer largo habría usado. Pero bueno, curtida de coco y para arriba!

Gigi subió estupendamente. La primera reunión ya coge un ambiente fantástico, y con alguna duda tras mirar la reseña del segundo largo y ver que el primer seguro estaba muy arriba, salí a buscarlo. Aquí es donde Gigi luego confesó haber sufrido un poco, ya que hasta que no llegué a un clavo que tranquilamente está a diez o quince metros de la reunión, una caida hubiera sido un auténtico marrón!

Aunque no llevaba más que cintas, tampoco vi ningún sitio donde haber colocado nada, por lo que este trozo requiere saber disfrutar de la exposición, en roca excelente, y apreciar lo audaces que fueron nuestros antepasados.

Después del clavo hay un murito más vertical, fácil, y un spit, para luego llegar a una reunión que, aunque no se si es la original de la vía, es de lo más auténtica.

Desde aquí es posible ir a la derecha a cazar una instalación para rapelar, pero como nosotros teníamos ganas de comernos unos cacahuetes fritos con miel en la cumbre, hicimos la trepada final.

En la cima, presidida por la más alta Bola de la Partió, estuvimos un buen rato, y cuando nos cansamos de hacer fotos y charlar, me fuí a montar el rápel.

Gigi había rapelado, pero hacía muchísimo tiempo, nunca se había quedado sola en una instalación de estas características, y no había usado el machard, así que volvimos a hacer una sesión de how to... y me fuí para abajo. Siempre te queda un puntito de preocupación cuando dejas a alguien con poca experiencia ahí arriba, pero valió la pena cuando al llegar abajo Gigi dijo que le había encantado y había estado muy tranquila, y es que es un rápel, entre la Bitlla y la Bola de la Partió, muy guapo y con mucho ambiente.

De vuelta estuvimos jugando al escondite con una cabra, quizá la misma que vimos a primera hora y que se quería despedir. Después de dos intentos a tirarle una foto, irse al bosque, ir yo a buscarla, y ella volver a subirse a un risco, me dejó hacerle la foto que veis al final.

No se si Gigi querrá hacer alguna vía larga más. Quizá el tema de la exposición le tire atrás, pero estoy seguro de que no le defraudó lo bonito de la ascensión en un lugar tan mágico como Agulles, con cabras montesas prácticamente como única compañia.

Felicidades Gigi, ya eres montserratina!

1 comentario:

  1. Pues sí, así fue, dicho y echo.

    Bueno… la verdad es que tuve una noche para consultarlo con la almohada, pero todo conducía al SI.

    Fue genial, me lo pasé en grande, en mi vida me habría imaginado que subiría a una aguja de Montserrat, y ahora… tengo ganas de subir otra.

    Reconozco que en algún momentillo, la sensación de bloqueo existió, pero solo tuve que reconducir mis pensamientos i positivizarlos.

    Fili, muchísimas gracias para estar conmigo en mi bautismo en via larga, te agradezco tu paciencia, tu sensibilidad, tu positivismo, tu experiencia, y sobre todo te agradezco el quererlo compartir conmigo.

    Que sepas, que éste solo es el principio de una via larga!!!

    Un beso!!!

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