3 ago 2021
Vuelta a Menorca en kayak
El plan inicial para este verano era hacer una ruta en bici, que ya el año pasado postpusimos debido a la pandemia. Pero esta vez, alrededor de junio, Gigi empezó a oir un clec en la rodilla al flexionar la pierna, por ejemplo al subir un peldaño, o pedaleando. Estaba claro que había que mirar qué pasaba en esa rodilla, que la ruta en bici no era la mejor opción aunque supiéramos que tenia, y por tanto era necesario idear un plan B.
Recordando que hace unos años nuestro colega Cesc nos había explicado que había hecho la vuelta a Formentera en kayak, empezamos a mirar este tipo de actividad, ya que aunque Gigi y yo prácticamente no teníamos experiencia paleando, suponía no tener que usar las piernas.
Tras valorar varias opciones, pudimos reservar las dos últimas plazas en un tour a Menorca que MENORCA EN KAYAK tenía organizado para principios de agosto. Como la única experiencia que teníamos Gigi y yo era una bajada de un día por el río Ebro, y lo hicimos en piraguas, no en kayaks de mar con su bañera y su correspondiente cubrebañera, nos apuntamos a un curso introductorio al kayak de mar.
Nos hubiera gustado ir a Menorca, hacer la actividad, y luego quedarnos una semanita con la furgo por la isla, pero por fechas lo tuvimos que hacer al revés. Así, cogimos el ferry desde Barcelona a Maó, estuvimos una semanita explorando la isla, y al final intentaríamos la vuelta en kayak.
Sí, siempre digo que intentaremos esta o aquella montaña, o intentaremos una escalada, básicamente porque nunca sabes si lo vas a conseguir. En el caso del tour a Menorca en kayak, tiene incluso más sentido usar el verbo intentar, ya que como bien nos dijeron antes de salir, y luego aprenderíamos, la meteo juega un papel absolutamente fundamental para poder completar la vuelta.
Gigi había estado varias veces en la isla, así que los primeros días visitamos algunos sitios que ella ya conocía, pero también nos aventuramos a descubrir otros que no. Nuestros primeros días en la isla fueron los últimos de julio, y el volumen de turistas era bajo. Con el cambio de mes, a partir del 1 de agosto, la cosa cambió un poco, y se empezaron a ver más turistas en las playas, y más barcos, veleros, motos de agua, etc. por el mar, aunque esto tampoco fue problema para nosotros y pudimos disfrutar de la isla en todo momento.
El día de nuestro cursillo introductorio llegó. Resultó ser un día malo para navegar, ya que había bastante mar de fondo con unas olas bastante grandes, pero no teníamos alternativa. Al día siguiente se supone que teníamos que salir con todo el grupo, así que nuestro instructor, Eloy, que físicamente parece el mismísimo Neptuno, dios de las aguas, no dudó ni un segundo.
Tras una breve explicación sobre las partes del kayak, el material, y la técnica de paleo que supuestamente teníamos que desarrollar, salimos de Es Grau. Empezamos a dar la vuelta a la Illa de Colom, que se encuentra justo delante de Es Grau.
Íbamos bordeando el islote, cabalgando sobre las olas que nos venían de frente. Hasta aquí todo bien, pero llegó un momento en el que Eloy nos dijo: "Cuando pongamos rumbo al oeste un poquito más adelante, las olas nos van a venir de costado. Intentad no volcar.". Pocos segundos después, me estaba yo dejando los riñones haciendo fuerza con la pala e intentando mantenerme a flote, sin éxito. Al volcar, fácilmente salí de la bañera, y me quedé cogido al kayak con una mano, y con la pala en la otra. Desde esa perspectiva, con el kayak boca abajo y medio lleno de agua, las olas hacían bastante impresión, y el primer pensamiento fue: "¡¿Y ahora como ******* me vuelvo a meter yo dentro del kayak?!".
Eloy estaba en su salsa. Controla el kayak como quiere. Se acercó, me ayudó a volver a subir al kayak, y mientras me ayudaba, fue Gigi la que volcó.
En cuestión de segundos ya estaba Eloy ayudando a Gigi, pero os recuerdo que todavía seguimos en medio de unas grandes olas, que no rompen ni tienen espuma, pero nos vienen de lado, y yo vuelvo a volcar. Miedo no pasamos, ni Gigi ni yo, pero hacía mucho tiempo que no me sentía tan frustrado haciendo algo. O mejor dicho, intentando hacer algo.
Eloy me vuelve a ayudar, y a partir de ahí logramos mantenernos y llegar hasta una playita de la Illa de Colom, Els Tamarells. Aquí hacemos un descanso, luego Eloy nos enseña la técnica correcta para hacer un rescate, es decir, ayudar al otro a vaciar su kayak de agua, voltearlo, y facilitar que se suba a él, y hacemos varias pruebas entre Gigi y yo. Volcaba uno a propósito y el otro le ayudaba.
Tras las maniobras, y sintiéndonos con mucha más confianza, acabamos de dar la vuelta al islote, llegamos a Es Grau, y dimos por finalizada la sesión introductoria. Solo fueron tres o cuatro horas, pero bien intensas!
Al día siguiente, tempranito, volvimos al cuartel general de MENORCA EN KAYAK, donde conocimos a los que serian nuestros guias, Irina y Kevin, y a los componentes del grupo. En total éramos 14. El mar estaba tranquilo, y después de todos los preparativos y explicaciones, comenzamos nuestra expedición, que en condiciones favorables se completa en ocho días.
Todo pintaba bien, todo eran risas, pero salíamos con un gran hándicap. Irina y Kevin nos explicaron que habían estado estudiando la previsión de la meteo. Para los días 7 y 8 daban un fuerte temporal de viento, por lo que nuestras probabilidades de completar la vuelta, si la previsión no cambiaba, eran extremadamente bajas, a no ser que durante los primeros días fuéramos a tope.
Tal cual, y como podeis ver en una de las imágenes, en tan solo tres días cubrimos toda la parte sur de la isla, desde Es Grau hasta Ciutadella, pasando por Maó.
Uno de estos tres días, creo recordar que fue el tercero cuando llegamos después de hacer un recto hasta Cala Santandria, justo antes de Ciutadella, algunos llegamos casi llorando. Pero el esfuerzo de esos tres días bien valió la pena.
Todo el empeño que pusimos durante esos tres días nos abrió la posibilidad de completar la vuelta, cosa que como también se puede ver en la imagen mostrando las etapas, logramos en tres jornadas más, justo antes de que entrara el temporal de viento anunciado, la previsión del cual no se inmutó durante los seis días que duró nuestra expedición.
Quizá te preguntes: "¡¿Y qué es hacer un recto?!
Cuando vas en kayak resiguiendo la orografía de la costa, como vas separado solo unas decenas de metros, a veces menos, constantemente tienes la sensación de estar avanzando.
Sin embargo, cuando por ejemplo atraviesas una bahía, vas separado de la costa varios centenares de metros, orientado hacia un punto muy lejano, parece que estás parado y no llegarás nunca a ese punto. Hace falta una buena cabeza para mantenerse fuerte mientras haces un recto, y yo creo que nuestra experiencia en montaña y en bici, donde a veces estás varias horas dándole, nos fue tremendamente útil.
El tour en kayak fue duro en mi caso, porque aunque constantemente intentaba hacerlo bien, mi técnica paleando no es eficiente, pero la experiencia fue una auténtica gozada. El grupo funcionó de maravilla, hubo muy buen rollo, y tanto a Gigi como a mi los guias nos parecieron super-profesionales, a la vez que cercanos y divertidos. Desde aquí les damos las gracias a todos, por unas vivencias que nunca olvidaremos.
Si quieres ver más fotos, muchas de las cuales son de algunos miembros del grupo, pincha aquí!
Y abajo puedes ver una compilación de vídeos que he editado yo, pero fueron grabados por los compañeros. Yo ya tenía bastante trabajo con mantener el ritmo! (Escoged la versión HD en ajustes.)
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