
Aún dejando el coche al inicio de la pista, la aproximación es cortita y en poco rato estamos a pie de vía. Desafortunadamente había un nutrido grupo de franceses por delante, progresando bastante lentamente, así que esperamos para empezar e incluso tuvimos que esperar mas tarde en dos puntos.

Poco después del segundo puente hay una escapatoria, y hasta aquí llegaron los franceses. El resto de la ferrata tiene una tónica diferente, ya que es un poco tumbada y no se coge mucho patio, por lo que, aunque algunos lo vean como una temeridad, incluso algún trozo lo hicimos a pelo. Supongo que acostumbrado a escalar y no a las ferratas, me rallaba ir constantemente cambiando los mosquetones de un tramo de cable al siguiente.

Yo la encontré muy divertida, y además está super-equipada, por lo que cualquier persona, incluso niños, pueden hacerla, ya que si fuera necesario hay reuniones para poder asegurar.


No hay comentarios:
Publicar un comentario