
Yo tampoco lo se, pero lo que sí se es que hace casi un mes desde que fuí con Nuri, Marta, Jordi y Ramón a intentar la Canal central al Gran Encantat (2748m).

Al salir de Barcelona ya pasó algo que quizá era una señal de que todo nos iba a costar algo más de tiempo y esfuerzo de lo que esperábamos. Esa tarde, la A2 estuvo cortada durante varias horas debido a un grave accidente, por lo que tuvimos que ir hasta nuestro destino, Espot, por una ruta alternativa.

Pero no acabó aquí la cosa, no. Al llegar al lago, casi a medianoche, nos liamos y acabamos dando tumbos por el bosque, con nieve por encima de la rodilla en algunos tramos y empapándonos las zapatillas, hasta que al final encontramos el refugio. Entre pitos y flautas creo que eran las 2am cuando empezamos a planchar la oreja, y a las 5 tocaba movilizarse!

En el collado hacemos una paradita, picamos algo y nos encordamos otra vez. Jordi y Marta tiran delante. Ramón, Nuri y yo les seguimos. Mientrastanto, vemos en las profundidades de la canal como una pareja sigue nuestras huellas. Intuimos que con buena huella, abierta por cinco personas, progresarán rápido y nos alcanzarán.

En la cumbre nos estamos un buen rato. Saboreando el sol, las vistas, y unos bien merecidos bocatas. Pero no nos podemos colgar mucho porque el descenso es largo. De hecho tras hacer dos rápeles por la cara sur para llegar a la cresta que en teoría nos llevaría al collado dels Encantats, que no es el collado entre el Petit y el Gran Encantat, yo ví buena continuidad para bajar por una canal, sin embargo más tarde vimos que aunque la cresta era de dudosa solidez, teníamos que haberla seguido y haber bajado por la siguiente canal, que sí que sería la canal dels Encantats.


Cual zombie, fuí bajando, hasta que finalmente, a eso de las 9 de la noche, llegamos a los vehículos. Que tremendo placer quitarse las botas después de unas 15 horas de actividad!

Al día siguiente nos reunimos para almorzar en un bar, y cual fue nuestra sorpresa cuando dos chicos, al entrar y vernos, nos preguntaron si éramos los que íbamos delante de ellos subiendo al Gran Encantat. Sí, éramos nosotros! Nos dieron las gracias por la huella, y confesaron que aunque uno de ellos conocía el terreno, habían decidido bajar por la misma canal que nosotros!

